lunes, 26 de septiembre de 2011

ARISTA NOROCCIDENTAL AL BALAITUS (3.144 m.)

     Salimos al atardecer del aparcamiento habilitado al final del Valle de Arrens  con dirección al refugio de Larribet, adonde llegaríamos al anochecer, después de dos horas de subida entre bosques y lagos de agua cristalina  que hacen la ascensión realmente entretenida.

   La noche es apacible, con miles de estrellas en el cielo, algo me inquieta que no me deja dormir tranquilo, las dudas..... ¿será demasiado fuerte la vía para mí ?

   Suena el despertador, parece que al final me quedé dormido, ya no queda lugar para las dudas.

   Mientras ascendemos con la luz de las frontales hacia los Lagos de Batcrabére nos llega de lejos un murmullo que aumenta a medida que ganamos altura, es la cascada que une el lago superior con el inferior.

   Las primeras luces del amanecer comienzan a iluminar la enorme masa del Balaitus, recortando la silueta de la Aguja Lamathé y toda la arista.

   Los primeros largos son de una escalada ágil entre el ensamble y IIIº, flanqueando hacia la derecha hasta situarse bajo la Aguja de Lamathé, allí se encuentran los largos más díficiles y la parte más bonita de la escalada, con sus rápeles que le dan un ambiente áereo y espectacular, también disfrutamos de los dos últimos largos de la vía, las placas de salida con una graduación en torno al  IV+ y algún paso de V-.
Salimos cerca de la cima en la Brecha de Isards, junto a la ruta de la Gran Diagonal por la que ascendemos a la cima.

  En definitiva, una vía larga en un entorno de alta montaña, fácil de asegurar con cintas en puentes de roca y friends, con una roca excelente en la que se puede disfrutar del placer de escalar y terminando en una de las cimas emblemáticas del Pirineo, en la que confluyen tres crestas o aristas, cada cual más atrativa: Cresta de Costerillou más los Diablos, las Frondiellas  y la N.Occidental.

   En la cima un apretón de manos y una foto, tenemos un tiempo expléndido y un paisaje incomparable, el Midí d´Ossau, el Vignemale, los Infiernos, todo parece estar tan cerca..... pero no hay tiempo que perder, el descenso por la Gran Diagonal es delicado y hay que apresurarse si queremos llegar al refugio con luz.

   Remontar hasta el Col Noir para coger el descenso hacia los Lagos de Batcrabére se hace duro, desde allí en adelante todo es bajada. El panorama de los lagos es precioso visto desde arriba, máxime que a la subida era de noche y no vimos prácticamente nada. La belleza del paisaje ayuda a mitigar en parte el cansancio que se va acumulando.

   Está anocheciendo cuando llegamos al refugio que está lleno de gente, los que preparan la ascensión del dia siguiente mezclados con los que recogemos los trastos de la actividad de la jornada. Nos entra la duda de si bajar a la civilización o quedarnos a dormir alli en medio de aquel barullo.

   Finalmente decidimos recorrer el último tramo del descenso a la luz de la luna llena, se ve el camino perfectamente y el paisaje cobra una magia especial, como si fueran fotografías en blanco y negro.

   Un final surrealista para una ascensión agotadora y preciosa.


Realizado el 10-9-2011 por Juan  Carlos Sanz y Sebastián S.





 Este dibujo nos da una idea general de los recorridos realizados


 Asi de preciosa se presenta la arista desde el Col de Noir


 El valle cada vez va quedando mas lejos

El esfuerzo nos acerca a la salida, 

 El sol ausente durante gran parte de la via nos da la biemvenida


 La cima, la recompensa de todos los esfuerzos


Panorámica del Balaitous con todas sus aristas que le rodean,  dandóle a esta montaña un aire alpino ,
de gran belleza

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